CAÑÓN

Para comentar su historia nos tenemos que adentrar en la historia popular de Ponga. Hace 80 años la sidra en este concejo era una bebida tradicional que se consumía en todas las casas, por ello surgieron los llamados «llagares parroquiales». ¿En qué consistían? Eran grandes llagares comunes ubicados en los pueblos, donde la gente del lugar llevaba su manzana y hacía su propia sidra. Los vecinos se ayudaban unos a otros para agilizar el trabajo. Era una forma económica y cómoda, pero con el paso de los años se empieza a perder esta costumbre y estos llagares se van dejando a un lado, surgiendo la elaboración de sidra en las propias casas. Es en ese punto donde el padre del dueño empieza a hacer 300 – 400 litros sidra para su propio consumo.

 ¿De dónde viene el nombre? Se piensa un nombre que llame la atención y a la vez sea arraigado a esta cultura. A las ramas de los manzanos (en esta zona no los llaman pumares), se les denomina cañas y las cañas más grandes cañones, de ahí que se plantea el nombre. Y visualmente en la etiqueta, que se ubica más abajo, se puede apreciar como un cañón está escanciando, es la forma más directa para explicar como la propia materia prima realiza el resultado final. Una idea original y diferente. A la vez aparece el doble sentido de la palabra, sin haberlo pensado en un principio, al describirla, esta sidra está cañón, está buena.